Cada persona en esta tierra nació líder. No podemos evitarlo. No podemos negarlo. Tenemos que liderarnos a nosotros mismos. El autoliderazgo es nuestra primera incursión en el liderazgo general.
Todos tenemos puntos fuertes y débiles como líderes, pero podemos mejorar aprendiendo más sobre lo que nos hace funcionar y cómo podemos aplicar ese conocimiento en el mundo del trabajo.
Tus puntos fuertes como líder se generan a menudo de mirarte hacia adentro, observar y escuchar lo que otros opinan de ti y sentirte seguro de tu valor como persona y profesional, por lo que debes ser consciente de ellos para que puedas hacer que trabajen a tu favor en lugar de en tu contra.
Una vez que podemos manejarnos a nosotros mismos, nuestro comportamiento y lograr los objetivos y metas, se vuelve más fácil ayudar a otros a hacer lo mismo.
Por supuesto, no todo el mundo es bueno en eso. Empezamos utilizando la información que tenemos, que nos proporciona nuestra educación y nuestro entorno.
Las decisiones que tomamos en cada etapa de nuestras vidas interviene el autoliderazgo en buenas o malas decisiones. Cuando alguien dice que “ve cualidades de liderazgo” en alguien, lo que está viendo es una manifestación externa de disciplina interna.
Aquello que llamamos “gracia interior”
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Qué significa ser líder (John Maxwell español)Incluso los mejores ‘autolíderes’ saben lo difícil que es mantenerse constante, enfocado y dar seguimiento. Pocos de nosotros sabemos cómo responsabilizarnos y hacernos cargo de nuestros errores. Es difícil tener conciencia de uno mismo, ser honesto con uno mismo y autoentrenarse.
Es algo con lo que lucho constantemente. He dirigido a cientos de personas en mi vida y siempre tuve problemas cuando tenía un autoliderazgo deficiente. Cuando puedes controlarte, las cosas tienden a moverse en una dirección positiva.
No obstante, es preciso recordar que las personas que tienen más éxito en el mundo son las que aprenden a liderarse a sí mismas primero. Aprenden a controlar sus emociones, sus impulsos, sus reacciones, sus deseos… ¡todo!
Por otro lado, muchos somos grandes profesionales; pero terribles líderes; ¡Se nos dificulta aprender a liderarnos a nosotros mismos! No sabemos cómo controlar nuestras propias emociones o impulsos o reacciones o deseos… así que cuando se convierten en gerentes de otros, ¡A menudo fracasan miserablemente debido a todas estas cosas!
En este artículo, voy a compartir algunos de mis pensamientos sobre cómo mejorar mi liderazgo (fortalezas y debilidades).
1) No tengas miedo de ser criticado por los demás:
La primera cualidad que hace a un gran líder es la integridad, es decir, la honestidad y la justicia en todas las cosas; no tengas miedo de que te critiquen porque te ayudará a mejorar a ti mismo y a la gente que te rodea; intenta siempre hacer lo mejor para todos los implicados en cualquier situación; no intentes ganar a cualquier precio ni sacrifiques tu integridad sólo para que la gente te quiera más de lo que ya te quiere; si alguien me critica por algo que he hecho mal, siempre intento escuchar con atención y ver si hay algo que merezca la pena aprender de su punto de vista; a veces esto puede dar lugar a cambios positivos para ambas partes.
También puedes leer:
37 formas de impulsar tu liderazgo laboral con tu autoconocimiento2) Mejor equilibrio
Tendremos que administrarnos a nosotros mismos y nuestro tiempo. Eso significa no inclinarse demasiado en una dirección. No pases todo el día navegando por las redes sociales, viendo televisión y comiendo. Al mismo tiempo, no te encierres en el trabajo sin hacer tiempo para tus seres queridos. El equilibrio nos ayudará a desenvolvernos mentalmente y nos hará más productivos.
3) Más compasión
La compasión no suena como un valor de autoliderazgo. Pero una vez que demostramos que nos preocupamos por nosotros mismos, nuestra salud mental y nuestros sentimientos, podemos transmitir eso a los demás. Ser amable con uno mismo y asegurarnos de contribuir a los demás a través de esa compasión.
4) Competencia
El autoliderazgo requiere competencia para construir las fortalezas que ya tenemos. Obtenemos esto aprendiendo constantemente. Luego aplicando lo que hemos aprendido. Necesitamos competencia emocional para desconectarnos del ruido y prepararnos para nuevas oportunidades. Más importante aún, podemos agregar valor a los demás a través del servicio.
5) Determinación
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Cómo empezar de nuevo desde tu liderazgo personal¿Puedes esforzarte cuando no quieres trabajar desde casa? ¿Puedes aparecer cuando no estás de humor para aprender? ¿Puedes aplicarte para postular a puestos de trabajo, trabajar en red y hacer un seguimiento a pesar de los rechazos? Las personas decididas son las que más ganan.
6) Ser honestos con nosotros mismos
Necesitamos reconocer cuando nos sentimos tristes, frustrados, enojados, ansiosos o deprimidos. En lugar de suprimir eso, expresamos nuestros sentimientos por escrito o hablando con los demás.
7) Motivación
La automotivación es una parte clave del autoliderazgo. Si podemos aprovechar nuestro POR QUÉ, encontraremos la energía y el impulso para hacer las cosas, incluso en un espacio que no es propicio para la productividad.
El autoliderazgo es importante ahora más que nunca. Al igual que el avión bajo severas turbulencias, las máscaras están bajadas. Primero debes ponerte esa máscara antes de poder ayudar a alguien más. No es ser egoísta, es ser responsable.
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Disponerse, leer y tomar acción te ayudará en tu vida profesional.
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