Qué Es Un Sesgo Cognitivo Y Cómo Afecta En La Toma De Decisiones

Un sesgo cognitivo en el mundo de los negocios puede hacer que perdamos ese proyecto que tanto queremos, porque hace que tomemos decisiones no tan favorables.

Además crean juicios hacia otras personas que no solamente son hirientes, también son desproporcionados y tal como es un sesgo cognitivo irracional y fuera de contexto y lógica.

Al tomar en cuenta que un sesgo cognitivo puede literalmente desviarnos del camino, entonces rápidamente aprendemos de estos y tratamos de disminuir su efecto en nuestras decisiones.

Los sesgos cognitivos son los errores sistemáticos en el pensamiento. Son una parte importante de la psicología humana y se pueden ver tanto en la toma de decisiones individuales como en la toma de decisiones grupales.

Los sesgos afectan las decisiones que tomamos todos los días, por ejemplo, cómo gastamos nuestro dinero, cómo invertimos nuestro tiempo y con quién salimos.

Contenido:

Qué es un sesgo cognitivo

Ya sea que escribamos, pintemos, construyamos, nos movamos o pensemos, nuestras mentes están conectadas para sabotear nuestro éxito.

El modo en el que percibimos la realidad juega un papel fundamental en nuestro comportamiento.

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Para tomar en cuenta:

Un sesgo cognitivo hace que nuestros pensamientos distorsionen la realidad y nos puede llevar a tener una visión distorsionada de las cosas.
Un sesgo cognitivo hace que nuestros pensamientos sean automáticos, por lo tanto la forma que decidimos no evalúa del todo la situación.
Un sesgo cognitivo hace que hables con excesiva confianza sobre temas que no conoces del todo.

La toma de decisiones bajo presión es una habilidad de liderazgo fundamental necesaria en la vida
#LideraTuvida

Toma de decisiones

Somos seres subjetivos por naturaleza, nuestras tomas de decisiones difícilmente serán objetivas, por eso existen las reglas, las normas, las leyes, los acuerdos e inclusive las excepciones a estas mismas reglas para tratar de ser lo más objetivo posible.

Soy subjetivo, ya que soy sujeto. Si fuese objetivo, entonces sería un objeto.
José Bergamín

Cómo puedes mejorar

Conocer los sesgos cognitivos te dará un panorama real de cuál sesgo cognitivo puede estar influyendo en tu toma de decisiones.
Desarrollar tu liderazgo personal.
Evaluar tu negocio, proyecto, emprendimiento o empleo desde una perspectiva real para saber cuál es el próximo paso a seguir.

Los sesgos cognitivos son atajos mentales (conocidos como heurísticas) y en realidad tienen mucho sentido: están diseñados para ayudarnos a sobrevivir en el sentido de cazadores-recolectores.

El mundo es muy complejo y los seres humanos nunca antes habían sido bombardeados con tanta información a diario.

Douglas Sánchez y su desarrollo de liderazgo, una mirada a la toma de decisiones

Los sesgos a menudo pueden resultar en un pensamiento preciso, pero también nos hacen propensos a cometer errores que pueden tener un impacto significativo en el desempeño general de la innovación a medida que interfieren en el camino, en la economía moderna del conocimiento en la que vivimos y pueden restringir la ideación, la creatividad y el pensamiento para resultados de la innovación.

Nuestras experiencias y conocimientos previos provocan “errores” que limitan nuestra capacidad de pensar de forma divergente y generar nuevas ideas desde un nivel subconsciente.

Genial para la supervivencia de las especies, no para el crecimiento profesional.

El cerebro se acostumbra a estar dentro de lo seguro porque ha evolucionado para reducir instintivamente la incertidumbre y mantenernos en el “camino seguro” siempre que sea posible.

La mayoría de las decisiones que creemos que estamos tomando con la mente clara en realidad están controladas por atajos mentales conocidos como sesgos cognitivos y es importante aprender a minimizar sus impactos negativos en la innovación.

Dos tipos de sesgos cognitivos

En términos generales, los sesgos cognitivos se pueden dividir en dos tipos: procesamiento de información y sesgos emocionales. Los sesgos en el procesamiento de la información son errores de juicio estadísticos y cuantitativos que son fáciles de corregir con nueva información. Los sesgos emocionales son mucho más difíciles de cambiar o corregir, ya que se basan en actitudes y sentimientos, consciente e inconscientemente.

Ambos tipos pueden tener implicaciones al evaluar nuevos conceptos potencialmente innovadores para iterarlos y desarrollarlos aún más porque funcionan para mantenerlo dentro de su zona de confort de lo que ya se ha eliminado y se conoce.

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La creencia subyacente de que estará más seguro, protegido y cómodo con menos incertidumbre y riesgo domina la toma de decisiones. Mientras que nos esforzamos por hacer lo contrario en nuestra consultoría de innovación, sacando a las personas de sus marcos de referencia cotidianos.

No todos experimentan sesgos de la misma manera o en la misma medida, pero algunos o una mezcla de unos pocos pueden distorsionar el pensamiento creativo y crítico y la toma de decisiones óptima. Esto puede dar lugar a que no sirva mejor los intereses de la empresa, sino que satisfaga los sesgos personales, los egos subconscientes y las agendas.

El gran reto para acelerar el crecimiento profesional es desafiar tus propios sesgos cognitivos

3 pasos para eliminar los sesgos cognitivos o al menos disminuirlos:

Detecta los sesgos
Conocelos y Conquistalos
Supera los sesgos cognitivos

Detecta los sesgos. Identifique los sesgos específicos que lo afectan a usted o a su equipo en momentos clave enumerándolos individualmente.
Conoce y conquista a tu enemigo. Refleje y cuestione los sesgos identificados al discutir abiertamente los impactos en la toma de decisiones actual en los puntos clave de toma de decisiones.
Superar los sesgos cognitivos. Voltee, invierta, elimine los sesgos identificados al hacer preguntas como:

¿Qué pasaría si el sesgo x, y, z no existiera en este momento?
¿Qué pasaría si lo contrario de este sesgo fuera cierto en este punto?
¿Tomarías individualmente (o como grupo) la misma decisión a la luz de la nueva conciencia?

15 Sesgos cognitivos

A continuación, puede encontrar los sesgos cognitivos más comunes:

Sesgo de confirmación: creemos lo que queremos creer favoreciendo la información que confirma creencias o preconceptos preexistentes. Esto resulta en buscar soluciones creativas que confirmen nuestras creencias en lugar de desafiarlas, cerrándonos a nuevas posibilidades.
Sesgo de conformidad: las elecciones de las poblaciones masivas influyen en cómo pensamos, incluso en contra de los juicios personales independientes. Esto puede resultar en una mala toma de decisiones y conducir al pensamiento grupal, lo que es particularmente perjudicial para la creatividad, ya que las opiniones externas pueden suprimirse, lo que lleva a la autocensura y la pérdida del pensamiento independiente.
Sesgo de autoridad: favorecer ideas de opiniones de figuras de autoridad dentro de los equipos de innovación. Esto significa que las ideas innovadoras que provienen de los miembros senior del equipo triunfan o superan a todas las demás, incluso si otros conceptos, ideas y aportes podrían ser más creativos y relevantes para la resolución de problemas.
Sesgo de aversión a la pérdida: una vez que se ha tomado una decisión, se apega a ella en lugar de correr riesgos debido al temor de perder lo que se ganó al comenzar algo y desear verlo terminado. También le damos más valor a algo una vez que hemos hecho una inversión emocional en ello. Como consecuencia del esfuerzo, el tiempo y la energía puestos en el pensamiento creativo, los miembros del equipo pueden volverse sesgados y apegarse emocionalmente a sus resultados. Para remediarlo, el 11º mandamiento: “no te enamorarás de tus soluciones”.
Sesgo de falsa causalidad: citar eventos secuenciales como evidencia de que el primero causó el segundo. Esto puede ocurrir dentro de la fase de empatía del Design Thinking en la que buscas intencionalmente la confirmación de la causalidad entre lo que las personas dicen y lo que hacen, lo que lleva a tomar los problemas o necesidades equivocados para resolverlos.
Sesgo de acción: ante la ambigüedad (creative fuzzy-front-end) favoreciendo hacer algo o cualquier cosa sin ningún análisis previo aunque sea contraproducente: “Tengo que hacer algo, aunque no sepa qué hacer”. Los miembros del equipo pueden sentir que necesitan tomar medidas sin importar si es una buena idea o no. Esto puede ser un problema cuando se está bajo presión de tiempo en talleres estrictos de sprint de diseño, por ejemplo.
Sesgo egoísta: favorece las decisiones que mejoran la autoestima. Esto da como resultado atribuirse eventos positivos a uno mismo y, por el contrario, eventos negativos como culpa en uno mismo. Dentro de los talleres de innovación, esto puede significar que las decisiones tomadas pueden estar cargadas de agendas personales en lugar de la lógica comercial y del cliente para la empresa.
Sesgo de encuadre: estar influenciado por la forma en que se presenta la información más que por la información misma. Vemos esto todo el tiempo, particularmente cuando desarrollamos prototipos para presentaciones, así como también cuando presentamos diapositivas pulidas. La gente evitará el riesgo si se presenta bien y buscará el riesgo si se presenta mal, lo que significa que la lógica de la toma de decisiones puede sesgarse fácilmente.
Sesgo de ambigüedad: favorecer opciones en las que el resultado es más reconocible sobre aquellas en las que no lo es. Este sesgo tiene un impacto nefasto en los resultados de la innovación porque el proceso es fundamentalmente un proceso arriesgado y desconocido. Si los miembros del equipo subconscientemente favorecen lo conocido, lo más probable es que sigas lo conocido y los caminos previamente transitados.
Sesgo de avance: un sesgo comúnmente conocido que favorece ideas ya adoptadas por otros. Esto es especialmente influyente cuando se vincula con el sesgo de autoridad. El efecto carro es algo común que vemos en los talleres. El ritmo y la velocidad a la que los demás adoptan las ideas (a través de la discusión, el ritmo de la votación silenciosa, etc.) puede influir significativamente en la probabilidad de que el grupo seleccione esas ideas y conceptos y los lleve adelante.
Sesgo de proyección: de la economía del comportamiento, la sobrepredicción de los gustos o preferencias futuras coincidirá con los gustos o preferencias actuales. Este sesgo tiene una influencia particular, ya que las nuevas innovaciones se conciben en el presente y se proyectan hacia el futuro cuando ingresan a los mercados, lo que da como resultado una sobrevaloración de las preferencias de los consumidores.
Sesgo a favor de la innovación: las nuevas innovaciones deben ser adoptadas por todos los miembros de la sociedad (independientemente de las necesidades más amplias) y deben ser rechazadas y aceptadas independientemente. La novedad y la ‘novedad’ se consideran inherentemente buenas, independientemente de los posibles impactos negativos (desigualdad, elitismo, daño ambiental, etc.), lo que da como resultado que las nuevas ideas y conceptos generados se juzguen a través de espectáculos color de rosa.
Sesgo de anclaje: estar influenciado por información que ya se conoce o que se muestra por primera vez. Esto provoca una visión de túnel precargada y determinada e influye en la toma de decisiones finales. Manipulamos deliberadamente las mentes de los miembros del equipo ‘precargando’ en ellos uno de nuestros ejercicios de calentamiento para demostrar este sesgo en juego. El impacto es muy significativo en el pensamiento creativo y los resultados.
Sesgo de statu quo: favorecer la situación actual o el statu quo y mantenerlo debido a la aversión a la pérdida (o miedo a perderla) y no hacer nada como resultado. Este es un sesgo sutil a nivel emocional que nos hace reducir el riesgo y preferir lo que es familiar o “la forma en que hacemos las cosas por aquí” como se le conoce. Tiene graves consecuencias a la hora de buscar nuevas formas de resolver creativamente necesidades y problemas.
Característica del efecto positivo (vínculos estrechos con el sesgo de optimismo): debido al tiempo o los recursos limitados, las personas tienden a centrarse en los “buenos” beneficios mientras ignoran los efectos negativos, incluso cuando los efectos negativos son significativos. Esto es influyente cuando se profundiza en nuevos conjuntos de características específicas para nuevos conceptos (especialmente cuando se combina con el sesgo de aversión a la pérdida) porque significa que los equipos pasarán por alto la información faltante, especialmente cuando se trata de expertos externos que generan ideas con fallas críticas.