La liebre y la tortuga

La liebre y la tortuga moraleja para el crecimiento profesional y el autoliderazgo

La liebre y la tortuga es una fábula sobre una carrera entre dos animales. La Liebre, confiada en su velocidad, decide dormir una siesta mientras la Tortuga compite en la carrera. Después de liderar la mayor parte de la carrera, la Liebre se queda dormida. La tortuga gana al avanzar constantemente a un ritmo lento pero constante.

Esta historia de la liebre y la tortuga enseña que, aunque puede ser más difícil hacerlo, avanzar de manera constante eventualmente conducirá al éxito con el tiempo y que uno no debe desanimarse por sus aparentes desventajas en la vida.

estilo de liderazgo

“Tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad que olvidamos lo único importante: vivir

R. Stevenson

Reflexiones de la liebre y la tortuga moraleja

En la cultura del denominado “primer mundo” ser lento es sinónimo de ser torpe, ineficaz, “tonto” o inútil.

Se impone la rapidez y la impaciencia, todo tiene que estar disponible “al momento”.

Por ejemplo, hoy una espera de quince segundos ante el ascensor se hace insoportable o por mucho alta velocidad que disponga, nos enerva que no aparezca rápidamente una página en Internet.

Cualquiera que observe el día a día de nuestras ciudades verá una vorágine de sujetos corriendo desesperadamente de un lugar para otro.

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Muchas personas, si pudieran, desearían que el día tuviera el doble de horas o incluso la posibilidad de no dormir, ya que supone un “tiempo desaprovechado”.

Da la sensación que no sabemos a dónde vamos, pero que avanzamos a pasos agigantados.

Tal cual como la historia de la liebre y la tortuga se vive una carrera desesperada por ganar tiempo al tiempo. Así en el relato de Los viajes de Gulliver, los liliputenses viendo al protagonista consultar tanto el reloj llegaron a la conclusión de que sería Dios, ya que parecía que poseía el control del tiempo.

En la actualidad, más que en dioses, nos hemos convertido en pequeños aprendices de brujo, gurús del tiempo, afanados en buscar la “pócima mágica” para administrar su uso, pero es importante no olvidar lo esencial; por un lado, ser consciente de que el reloj es un medio y que es la persona la que ha de controlarlo y no al revés.

Por otro, hay que resaltar que todos tenemos derecho a establecer nuestros propios ritmos y vivencia del tiempo.

A pesar de que se presentan más oportunidades que en ninguna otra época histórica, el ser humano parece estar atrapado en el síndrome de Tántalo; como el mito, lo tiene todo a su alcance y no puede disfrutar de las posibilidades que están a su disposición.

En consecuencia, más que vivir se “desvive” o “mal vive”. Al mundo de hoy le pasa lo que se solía afirmar del regente de un determinado rey, “que tenía todos los talentos menos el talento para usar de ellos”. Es importante pensar en quien nos queremos convertir sin en la liebre y la tortuga.

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Desde hace siglos, se ha dado por supuesto que todas las personas anhelaban y buscaban la felicidad, sin embargo, en el día a día se sigue confirmando la evidencia, ya apuntada por A. Camus, de que “Los hombres siguen muriendo y no son felices”.

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Cómo parar en un mundo que va tan rápido

Todos tenemos objetivos y metas que deseamos cumplir, ciertamente hay cientos de personas logrando lo que se han propuestos, otros no tanto, otros a medias, otros abandonan porque su motivación era la equivocada.

Lo cierto es que afanarse es caer en el rol de la liebre, en algún momento te cansarás y no producirás lo que realmente querías.

La liebre y la tortuga dejan una moraleja muy buena para nosotros los humanos, aunque ciertamente es una fábula.

Cómo parar en un mundo que va tan rápido, toma en cuenta lo siguiente:

  1. Mejor es descansar a diario, que esperar que el cansancio nos gane.
  2. Tómalo con calma, Roma no fue hecha en un día.
  3. Evalúa muy bien lo que estás haciendo, para aprovechar el tiempo al máximo.
  4. En los negocios tomarás decisiones difíciles, y que muchas veces no son de tu agrado, aprende a hacer esto a tiempo.
  5. Aplica y usa tus habilidades blandas, te darán el entrenamiento que necesitas.

La tortuga va a su ritmo: Sin prisa, pero sin pausa

La tortuga funciona a su ritmo, por más que vea a otros animales que van más rápido, ella no se deja influenciar, no es que va lenta, va a su ritmo.

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La tortuga tiene claro su objetivo, porque es fiel cumpliendo su plan propuesto.

También tiene perseverancia y constancia, ya que sabe que es fundamental para no venirse abajo ante la más mínima adversidad.

La tortuga también tiene un compromiso con su especie, ya que su misión principal es reproducirse.

La tortuga tiene confianza en sí misma y apuesta por la vida, la tortuga realiza su trabajo: pone los medios, “siembra” sin ver directamente la consecuencia de su esfuerzo. Es verdad, que puede que no se desarrollen los huevos, pero lo que sí está claro, es que si no los deposita es imposible que siga la cadena de la vida.

Una de las características principales del mundo actual es la aceleración, la rapidez el cambio brusco, la inmediatez.

Decir que “no hay tiempo” es una expresión demasiado generalizada. De ahí que en el denominado “primer mundo”, el tiempo se considera un bien escaso y como tal muy apreciado, time is money, y no es raro que se afirme que puede que sea uno de los recursos más valorado en el siglo XXI.

En el contexto actual invade la prisa. Se tiene la experiencia de que las actividades nos superan y desbordan. La urgencia precipita un modo de proceder en el que casi todo tiene que estar terminado para ayer. Así, no se vive en el presente, porque el presente “ya es pasado” y en consecuencia, difícilmente se proyectará un futuro, porque nunca podrá llegar.

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El mundo se encuentra gobernado por el reloj, con la sensación de que cada vez corremos más y curiosamente, cada vez tenemos menos tiempo.

Funcionamos como unos “hamsters” que son colocados en un entorno social -jaula- y que no paran de correr a toda velocidad día y noche dentro de una rueda que se mueve pero que no se desplaza a ningún sitio y cuyo único objetivo es mantenerla en continuo movimiento.

A pesar de los inventos modernos que deberían aliviar la dureza de la actividad diaria y facilitar una existencia más relajada, la realidad camina por otro lado.

Más que controlar y disfrutar del tiempo, da la sensación que es este el que nos dirige y domina.

El crecimiento profesional y el autoliderazgo de hoy

En tanto el crecimiento profesional sea parte de las metas que deseamos vamos andar de prisa, porque nos saturamos de información, vemos a otros y pocas veces nos enfocamos en nosotros mismos.

A veces el propósito es impresionar a otros, contar su historia y en fin, llamar la atención.

En un mundo social, digital y rápido pensamos que todo será de inmediato, y aunque Internet si acelera los resultados, siempre lograr algo significativo es un proceso.

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El autoliderazgo es la capacidad de tomar el control de los propios pensamientos, emociones y acciones. Esto significa que la persona con autoliderazgo tiene la capacidad de decidir cuándo debe hacer algo o no, de quién debe ser amigo, qué debe hacer con su tiempo, etc. Los autolíderes están a cargo de sus propias vidas y tener un sentido de control sobre ellos.

Los beneficios del autoliderazgo son infinitos. Los profesionales que tengan esta habilidad serán más productivos porque sabrán administrarse a sí mismos y a su tiempo mejor que otros. También tienden a ser más felices porque están a cargo de sí mismos y no dejan que los factores externos los afecten tanto como los demás.

El autoliderazgo es importante para los profesionales porque les ayuda a hacer más en menos tiempo y, al mismo tiempo, ¡estar más felices!

El término autoliderazgo se usa a menudo en el contexto del desarrollo personal, el desarrollo del liderazgo y el desarrollo organizacional. El autoliderazgo es un proceso que permite a un individuo asumir la responsabilidad de su propio aprendizaje, comportamiento y resultados.

El autoliderazgo se puede desarrollar a través de diversas técnicas, como la reflexión, el establecimiento de objetivos y la retroalimentación de los demás.

La liebre y la tortuga son dos ejemplos claves del crecimiento profesional y el autoliderazgo. Cómo manejes tu tiempo, en esa medida tu liderazgo profesional avanzará.

Parte de este texto es del libro: La sabiduría de la tortuga. (José Luis Trechera)

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Disponerse, leer y tomar acción te ayudará en tu vida profesional.

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Acerca de Maria Müller Noria

Capacitadora Laboral | Creo en Dios, creo en Internet y Creo en mí | Freelancer desde 2010 en el área de la escritura y reinventada desde 2017 con @LideratuvidaVE. vivo en San José, Costa Rica, donde crío a mi amado hijo. #Sencillito 😎